Sobre la serie de Netflix Adolescencia

Los profesores deben saber que Adolescencia ofrece una mirada cruda e inquietante, pero necesaria, a la compleja vida digital y emocional de los jóvenes de hoy. La serie pone de relieve cómo las redes sociales se han convertido no solo en una herramienta de comunicación, sino en una fuerza profundamente influyente que moldea la identidad, los valores y el comportamiento.

Desvela cómo las plataformas a menudo refuerzan ideologías misóginas y elevan a figuras controvertidas como Andrew Tate, cuya retórica promueve la masculinidad tóxica, insensibiliza a las mentes jóvenes ante la violencia contra las mujeres y crea una imagen distorsionada del poder, el éxito y los roles de género. Estos mensajes no solo permanecen en internet, sino que se filtran en las aulas, las cafeterías y las dinámicas entre iguales, a menudo de forma sutil pero perjudicial.

Los educadores deben reconocer que, aunque las escuelas deben ser espacios seguros e inclusivos, no están aisladas de la cultura digital en general. Adolescencia muestra cómo los alumnos, sobre todo los varones, interiorizan ideologías nocivas y las utilizan para manipular a sus compañeros, desafiar a la autoridad y perpetuar la misoginia de forma encubierta y abierta. El programa desafía a los educadores a ver más allá de los comportamientos superficiales y a abordar las influencias subyacentes que los informan. Pide a las escuelas que vayan más allá de la reacción y se conviertan en espacios proactivos para la alfabetización digital, el pensamiento crítico y el diálogo basado en valores.

Los profesores que vean esta serie comprenderán mejor la urgente necesidad de una educación culturalmente receptiva que haga frente a la radicalización en línea, la violencia de género y las tácticas manipuladoras que algunos estudiantes utilizan para eludir la responsabilidad. Ver Adolescencia no sólo es revelador, sino esencial para cualquiera que tenga la tarea de guiar a la próxima generación.