
Estrategias para fomentar la cultura de la verificación y prevenir la desinformación
Cómo proporcionar dos estrategias que puedes enseñarle a tus estudiantes para combatir la desinformación y evaluar la credibilidad del contenido que consumen.
Escrito por Ada Okenve Obiang
Si en los últimos años se ha ido viendo una creciente radicalización de la población joven hacia discursos propios de la ideología de la extrema derecha a partir de la propagación de estos mensajes a través de redes sociales, con la noticia que nos dio el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, sobre que la compañía dejará de verificar datos en Instagram, Facebook y Threads es comprensible que crezca también la preocupación hacia el incremento exponencial del nivel de contenido desinformado que podrían estar consumiendo y reporduciendo nuestrxs estudiantes.
Se sabe que este cambio entrará en vigor primero en Estados Unidos en las próximas semanas, aunque no se ha especificado una fecha exacta para este país o para el resto de países. No obstante, tanto si te encuentras en Madrid como en otros territorios donde tienes que trabajar con menores, es importante que aproveches tu posición como educador para enseñarles siempre que puedas sobre alfabetización mediática (Media Literacy).
Así, hemos querido dedicar el tema del boletín de este mes a proporcionar dos estrategias que puedes enseñarle a tus estudiantes para combatir la desinformación y evaluar la credibilidad del contenido que consumen.
Nos hemos enterado de estas estrategias gracias a esta publicacón de El hilo podcast, que se ha basado, a su vez, en el estudio realizado por el History Education Group de la Universidad de Standford y Poynter Institute.
Lectura lateral. Esta estrategia supone abandonar el documento o el contenido del que se está obteniendo la información y abrir nuevas pestañas en el buscador para hacer un scanner rápido de la reputación de la fuente, qué entidades la patrocinan y quejas o demandas presentes en su historial. Esta lectura habría de hacerse a través de fuentes creíbles y el propósito final es contrastar lo que se afirma e identificar las intenciones detrás de la publicación de dicho contenido.
La restricción de clics, por su parte, se basa en la limitación de la exploración innecesaria de fuentes para enfocarse únicamente en las más confiables, evitando perder tiempo con contenido de baja calidad o dudosa veracidad. En la práctica, se aplica de tal forma que se privilegien fuentes conocidas y fiables diferentes de la primera opción que aparece en el motor de búsqueda. Esta estrategia mejora cuanto más conocimiento se tenga sobre la manera en la que la optimización de motores de búsqueda puede ser utilizada para distorsionar los resultados de búsqueda.
Utilizar plataformas de verificación de hechos (fact-checkers) como Maldita.es, Newtral, o EFE Verifica.
Aquí te dejamos también otra infografía más detallada en español diseñada por investigadores de salud pública en la Universidad de California para equipar a las personas a identificar si la información en internet era verdadera o no en el contexto de la desinformación que hubo durante la pandemia con el Covid-19. Ciertamente está enfocada en el contexto de la salud, sin embargo consideramos que la mayoría de los ítems del inventario se pueden aplicar en otros ámbitos.